Manifiesto del SAT Sanlucar en
el
día
de
la república.
Nosotros,
los
derrotados,
los
humillados,
los
ofendidos.
Los
nietos
de
los
que
perdieron
la
guerra
civil.
En
este
día
de
la
República,
no
venimos
a
reivindicar
la
nostalgia
o
el
simple
folklore.
Venimos
a
reivindicar
otra
cosa.
A
reivindicar
la
memoria
histórica
de
nuestro
pueblo
como
palanca
para
conquistar
el
futuro,
en
un
presente
dominado
por
los
nietos
de
los
vencedores.
Nos
negamos
terminantemente
a
permitir
que
nadie
confunda
nuestra
reivindicación
con
un
republicanismo
burgués,
formal
y
vacío
de
contenido.
Nosotros
reivindicamos
la
república
del
Frente
Popular,
la
del
16 de
febrero,
la
que
verdaderamente
tuvo
otro
carácter,
muy
diferente
al
yugo
que
siempre
padeció
nuestro
pueblo.
Reivindicamos
la
república
popular,
la
que
tras
el
levantamiento
fascista
nacionalizó
la
tierra,
la
banca
y
la
gran
industria,
poniendo
en
jaque
a
los
poderes
que
durante
siglos
nos
habían
castigado
con
su
dominación
y
su
parasitismo,
como
siguen
haciendo
todavía.
Y
reivindicamos
esta
república
a
pesar
de
las
calumnias
que
durante
tantos
años
ha
vertido
el
anticomunismo
más
fiero…
y
no
sólo
desde
la
derecha.
Los
nietos
de
los
que
perdieron
la
guerra
civil
sabemos
que
el
fascismo
fue
el
último
recurso
de
una
burguesía
atemorizada
por
la
victoria
del
Frente
Popular.
Aprendemos
de
nuestra
historia,
que
(aquí
como
en
Chile)
nos
ha
demostrado
que,
por
desgracia,
nuestra
revolución
jamás
podrá
ser
pacífica.
La
república
popular
es
un
legado
contrahegemónico
de
los
de
abajo,
de
los
que
resisten.
Un
legado
que
genera
identidad
y
nos
aglutina
a
nosotros,
los
que
fuimos
una
y
mil
veces
derrotados,
pero
que
finalmente
venceremos.
Dijimos
que
no
pasarían,
y
pasaron
dos
veces.
Primero
perdimos
la
guerra
y
más
tarde
perdimos
también
la
transición,
que
no
fue
más
que
proceso
de
impunidad
humillante,
un
lavado
de
cara
de
quienes
desde
siempre
vivieron
a
nuestra
costa.
Pero
nosotros,
al
final,
venceremos.
Se
puede
engañar
a
algunos
todas
las
veces
y
a
todos
alguna
vez,
pero
no
se
puede
engañar
a
todos
todas
las
veces.
Los
nietos
de
los
que
perdieron
la
guerra
civil
sabemos
que
hay
muchas
maneras
de
engañar
y
oprimir.
Porque
la
dictadura
del
capital
y
de
la
banca
que
seguimos
sufriendo
tiene
como
cómplices
políticos
a
aquellos
que
firmaron
los
Pactos
de
la
Moncloa
y
aceptaron
la
Constitución
del
78, y
como
cómplices
sindicales
a
aquellos
que
siguen
firmando
traiciones
como
los
ERE’s
o
como
el
recorte
de
las
pensiones,
vendiéndonos
cada
día.
Nosotros
nos
negamos
a
caer
en
la
trampa
bipartidista,
a
pactar
con
el
PSOE
o
apoyarle
“contra
el
PP”.
También
nos
negamos
a
caer
en
la
trampa
del
españolismo.
Defendemos
el
derecho
de
autodeterminación
de
todos
los
pueblos
oprimidos
por
el
Estado.
Es
más,
creemos
necesaria
la
colaboración
entre
las
fuerzas
independentistas
y
anticapitalistas
y
nuestro
republicanismo
popular
y
consecuente.
Fuerzas
que,
si
no
es
juntas,
mezcladas
e
impuras,
jamás
podrán
lograr
su
objetivo
y
vencer.
Que
es
ahí,
y
no
en
el
PSOE,
donde
hay
que
buscar
aliados.
Los
nietos
de
los
que
perdieron
la
guerra
civil
ya
no
caemos
en
las
trampas
que
nos
tiende
el
sistema,
y
sabemos
distinguir
a
nuestros
amigos
de
nuestros
enemigos.
De
igual
modo
que
nos
sentimos
más
cercanos
de un
obrero
africano
o
inglés
que
de los
señoritos
locales,
también
nos
sentimos
más
cercanos
de quienes luchan por la emancipación de sus pueblos, que
de quienes
defienden
una
simple
república
capitalista,
como
la
francesa
o
la
estadounidense.
El
independentismo
de izquierdas y
quienes
reivindican
una
república
popular
están
abocados
a
acabar
unidos,
ya
que
tienen
enemigos
comunes:
la
monarquía
borbónica
que,
a
la
vez
que
niega
la
república
y
la
soberanía
popular,
niega
igualmente
el
derecho
de
autodeterminación
de
los
pueblos.
Y
eso
los
sitúa
en
la
misma
trinchera.
Sí,
tenemos
enemigos
comunes.
Su
constitución
española
del
78, garante
de
la
propiedad
capitalista.
Su
ejército,
golpista
en
el
36, autor
de
ruido
de
sables
desde
el
año
75, saqueador
e
invasor
imperialista
de
pueblos
del
Tercer
Mundo
como
Afganistán,
Libia
o
Irak.
Frente
al
posmoderno
ruido
de
sables,
actualmente
ejecutado
por
las
agencias
de
rating.
Frente
a
la
dominación
fascista
de
una
oligarquía
financiera
que
toma
decisiones
fuera
de
todo
control,
nosotros,
los
derrotados,
los
perdedores
en
el
36 y
el
78, los
vencedores
del
futuro,
los
que
(como
Bertolt
Brecht)
sabemos
que
“el
jamás
puede
convertirse
en
hoy
mismo”,
reivindicamos
nuestra
memoria
como
un
arma
de
lucha
contra
el
sistema
capitalista
y
por
una
III
República
popular
y
socialista.
¡Abajo los borbones!
¡Por la república popular!
¡Por la autodeterminación de los pueblos!
¡Memoria, reparación y justicia para las víctimas del fascismo y la supuesta democracia!
¡Solo tenemos una alternativa, vencer para VIVIR !
Asamblea local del sindicato Andaluz de trabajadoras y
trabajadores de Sanlucar de Barrameda
Bº Alto. Plaza de la Chimenea
sat.sanlucar@gmail.com
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