Videos. Ayotzinapa, Acteal, Tlatelolco... Las matanzas del capitalismo y sus instituciones en Mexico. Dossier en crecimiento





La guerra de clases cruda y descarnada..., es el capitalismo y su estado, no solo un alcalde, o un presidente.
Tratados de "libre comercio" con los EE.UU.
Supuesta lucha antidroga  dirigida por los EE.UU, su DEA y sus auxiliares locales.
Desmantelamiento de la agricultura.
Privatización de todas las empresas y servicios publicos en beneficio de los grandes capitales  a quienes sirven los sucesivos gobiernos y sus instituciones, con el consiguiente empobrecimiento acelerado de lxs trabajadorxs, campesinxs y las capas populares, asesinadxs con total impunidad por las fuerzas regulares e irregulares, o ilegales,  del sistema y su estado.

 Las cifras oficiales apuntan a que, de diciembre de 2012 a junio de 2014, se tiene registro de 55 mil 325 denuncias ante agencias del Ministerio Público locales por asesinatos.
 Con Calderón, en sus primeros 19 meses de gobierno, se contabilizaron 41 mil 396 homicidios. Así, tenemos que el aumento en poco más del primer cuarto del gobierno peñista, fue de 34 por ciento
Tan sólo entre ocho estados y la capital del país suman cinco mil 600 ejecuciones en seis meses.

Solo hay una salida para hacer justicia, para defender la vida, la dignidad... el poder de obrerx y popular 

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*************Exclusiva a teleSUR: "El rector de la UNAM ampara la represión"

"No son hechos fortuitos"
Esta agresión se desarrolló mientras el país está conmocionado y hace una movilización nacional en apoyo a Ayotzinapa, localidad sureña que desde el pasado septiembre protesta por la desaparición de 43 estudiantes normalistas que supuestamente fueron asesinados.

"En este momento hay una gran movilización dentro de la universidad, por ejemplo tenía tiempo que no había paros masivos en la UNAM y eso es porque Ayotzinapa nos ha tocado a todos. Pese a las acciones represivas la lucha seguirá"


teleSUR te invita a ver el especial multimedia Justicia Para Ayotzinapa
Vea también

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Sí, es un crimen de estado- P. Comunista de Mexico

Salió de Tixtla la primera caravana de padres de alumnos desaparecidos

LOS FORENSES ARGENTINOS PONEN AL DESCUBIERTO LA FARSA DE LAS AUTORIDADES MEXICANAS

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Ayotzinapa. La historia de los 43

 La consigna que se escucha en las calles es "Vivos se los llevaron, Vivos los queremos", las manifestaciones no cesan en todo México, pidiendo justicia luego de la desaparición de los 43 normalistas de la escuela de Ayotzinapa.



 
 Omar García: tendremos que tomar la justicia y el poder en nuestras manos... Los jovenes estudiantes y futuros maestros de los hijos del pueblo, de la escuela nonmal de Ayotzinapa antes de su desaparición de ser torturados y asesinados por las fuerzas de la gran patronal y las instituciones democraticas a su servicio. RECONSTRUYENDO LA MASACRE DE AYOTZINAPA El sacerdote Alejandro Solalinde... el gobierno solo defiende y se ocupa los intereses neoliberales, capitalistas... hay torturas, asesinatos, feminicidios, impunidad... Las escuelas rurales siempre fueron molestas, por sus posiciones politicas...

Acteal 10 años de impunidad y ¿cuántos más?


MATANZA DE TLATELOLCO- DOCUMENTAL COMPLETO

 

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Sí, es un crimen de estado- P. Comunista de Mexico

Boltxe kolektiboa


El movimiento popular debe imponer un nuevo sistema.
La detención del expresidente municipal de Iguala en nada cambia el escenario que se estructuró a raíz de la desaparición de 43 compañeros normalistas y el asesinato de dos más. La orden de represión no provino de una persona, un empresario, un narcotraficante o un simple criminal, no, la orden vino de un miembro de uno de los tres órdenes de gobierno que reconoce la Constitución, vino de uno de los aparatos del estado burgués mexicano.
Los aparatos de dominación ideológica de la burguesía monopólica, como siempre, tratan de desviar, de confundir, de engañar, de manipular, intentando personalizar en una persona, ocultando la verdad, la represión y los asesinatos fue una acción del Estado mexicano. Fue una respuesta de Estado al inicio de la insumisión nacional. El gobierno actual, el sistema de partidos, el aparato económico, político y social que se ha estructurado para proteger, garantizar y fomentar la ganancia de los monopolios, ha mostrado su verdadera cara.
Contrario a lo que escriben, pregonan y generan los intelectuales de la burguesía y los medios de comunicación en los que se expresan, el gobierno burgués no está paralizado, ni arrinconado, ni tiene alternativas de solución. Claro que si tiene estrategia, naturalmente que tiene definidos objetivos, acciones y programas. Todos encaminados a mantener, consolidar y fortalecer el poder de los monopolios.
Su estrategia es consolidar su poder sobre la base de desestructurar los movimientos sociales. Sus acciones van encaminadas a desmovilizar, a desarmar a los trabajadores, a los asalariados, a mantenerlos en la sumisión, a través de la enajenación que generan sus medios masivos de comunicación. Pero sobre todo a través de la represión. La desestructuración de los movimientos populares tiene que ver que el desarrollo de la estrategia del llamado “crimen organizado”. Este tiene dos caras, por un lado las bandas del narcotráfico y por otro las guardias rurales, como en el caso de Michoacán.
Ambos convergen hacia la estrategia de desestructurar, desmovilizar y reprimir a la organización popular. Y lo hacen de una manera sencilla, a ojos vista. La tolerancia, que en realidad es fomento, a la creación y desarrollo de las bandas del narcotráfico, le ha permitido una válvula de escape económico. El trasiego de droga, junto con el lavado de dinero, representa el movimiento de cantidades inmensas de dinero que casi siempre terminan en los circuitos financieros de las cadenas imperialistas. Así, el financiamiento a cientos, miles de acciones y programas de desestabilización que los países imperialistas desarrollan en el mundo, tienen como base fondos financieros que no tienen necesidad de comprobar ante sus congresos locales. Esto explica porque los EU armaron a varias, por no decir a todas las bandas mexicanas, sin consecuencias legales para quienes lo hicieron, es decir las agencias norteamericanas (DEA, CIA, etc.).
Por otro lado, al contar con armamento sofisticado, y tener el “permiso” para usarlas, las bandas han incrementado su violencia, como las instituciones “son rebasadas” por esta violencia, se utiliza al ejército. Tener al ejército en las calles es una estrategia de largo plazo de la burguesía monopólica mexicana. Sabedora de que la puesta en práctica de las reformas significaría la oposición de los sectores más golpeados por ellas, básicamente los trabajadores, los asalariados y la clase obrera, han previsto con antelación las movilizaciones populares y se aprestan a la represión a escala. Imponer el camino de las reformas es su imperativo.
Por lo que corresponde al surgimiento de las llamadas “guardias rurales”, en realidad son guardias blancas al servicio de los caciques regionales, estructuradas para reprimir, con el pretexto del combate a la inseguridad, a las organizaciones populares que se enfrentan al poder de éstos. Son la otra punta de la pinza que se cierra para desestructurar las movilizaciones, para infundir temor e inhibir la organización social contra el poder de los monopolios.
La estrategia de ligar a los compañeros de la Normal Rural de Ayotzinapa con una banda criminal de Guerreo corresponde a un capítulo más de la guerra de baja intensidad que la burguesía monopólica ha instaurado a través del Estado contra los sectores populares que se han movilizado. Contra este movimiento han estructurado toda una estrategia para desaparecerlos, tanto física como institucionalmente. Y esta estrategia ha tenido su punto culminante con la represión en Iguala.
Sin embargo, la insumisión se ha instalado como práctica de los explotados, de los asalariados. Esta nueva fase de lucha ha generado impresionantes manifestaciones, que demuestran el hartazgo, la insatisfacción, pero sobre todo la rebeldía y la insumisión de los trabajadores y otros sectores aliados de la clase obrera. Es cierto, en esta etapa no sólo con consignas se logrará la unidad y el enrumbamiento del proceso de estructuración de la lucha anticapitalista, pero son necesarias, porque reflejan las posiciones, la ideología y la organización de quienes las formulan.
Las movilizaciones son un laboratorio de aprendizaje social. La convocatoria, la organización, las consignas, todo es un aprendizaje cotidiano que ayuda a la estructuración de los movimientos, que arma el tejido social hacia el desarrollo de una conciencia masiva de que sí es posible la organización independiente y combativa de los sectores populares.
Pero también la burguesía y sus aparatos aprenden de los aciertos y errores nuestros, vigilan a los líderes tanto los consolidados como los que surgen al fragor de la lucha, observan y siguen a los sectores más rebeldes y combativos, para, cuando llegue el momento dejar caer sobre de ellos toda la represión y a fuerza del Estado. Nosotros tenemos la oportunidad de llevar a la práctica, de poner a prueba las tesis y acuerdos que hemos tomado y que nuestras organizaciones y organismos tengan un contacto que los movimientos de las masas.
La tarea es trabajar en la consolidación de la estructuración del movimiento. Crear organización y partido a partir de las reivindicaciones populares. No podemos quedarnos sólo en las consignas, es decir para nosotros no basta con exigir la renuncia de tal o cual representante de la burguesía, como Peña Nieto, de acuerdo, pero sí no enarbolamos las nuestras a la luz de la teoría que nos nutre, perderemos una gran oportunidad para ayudar a madurar una organización que permita formas de vigilancia y exigencia de resultados, primero, para caminar después hacia experiencias organizadas de poder popular, que se manifestarán en pequeñas decisiones, pero conforme tengamos la capacidad para hacer avanzar la organización hacia consignas proletarias, estas pequeñas decisiones se transformarán en formas de auténtico poder popular.
 http://boltxe.info/?p=68751

 

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 Después de la Histórica jornada del 22 y 23 de Octubre

¿Qué sigue en la lucha por la presentación con vida de los normalistas?


Se ha cumplido ya un mes de la masacre de Iguala, en donde el Estado mexicano asesinó a 6 personas, entre ellos tres estudiantes normalistas, y provocó la desaparición forzada de 43 más. Ha sido un mes de intensas movilizaciones encabezadas por aquellos a quienes el Estado mexicano lleva décadas tratando de exterminar, los normalistas rurales, en donde se ha encendido la llama del movimiento estudiantil y se ha sensibilizado y solidarizado buena parte del pueblo de México exigiendo Aparición con vida y castigo a los culpables.

Al principio, las reacciones fueron, por decir lo menos, tímidas, fue hasta el 8 de octubre, 12 días después de la masacre, cuando fue posible realizar una movilización nacional para repudiar el hecho, la primer semana, fueron muy pocos quienes se pronunciaron al respecto, sólo lo hicieron las organizaciones revolucionarias, o bien organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles que claramente asumen una posición de izquierda. Ahora, se ha logrado que el clamor sea generalizado y que la movilización se extienda principalmente entre el gremio estudiantil; se han pronunciado al respecto artistas, futbolistas y distintas personalidades públicas al respecto, y el pasado 22 de Octubre se realizó una gran movilización nacional e internacional que hizo resonar las voces de millones de personas [1], aunado a esto, el 22 y 23 de octubre se realizó el paro estudiantil más grande de la Historia de México [2].

Hasta ahora, el saldo político para el Estado Mexicano está apenas en contabilidad; la reprsión a los normalistas ha representado algún costo político, está prófugo el alcalde de Iguala, ha renunciado el gobernador de Guerrero Ángel Aguirre, y ha resultado evidente que entre PRI-PAN y PRD hay más complicidades que diferencias; [3] sin embargo el movimiento no ha triunfado, no está preso ni Abarca, ni Aguirre, ni Peña Nieto, y tampoco han aparecido ninguno de los 43 desaparecidos. En esta coyuntura, tanto el Estado Mexicano, quien sin duda conoce el paradero de esos jóvenes estudiantes, y el movimiento social que exige aparición y justicia, nos preguntamos ¿Qué más puede hacerse? Para responderlo, tenemos que preguntarnos cómo llegamos hasta aquí, y que fuerzas sociales pueden desatorar un aparente empate de coyuntura

El México del siglo XXI y la decadencia del Estado Burgués

Cuando la burguesía ascendía al poder en el mundo, se colocaba como una clase moralmente superior a una nobleza feudal decadente, cuyos escándalos eran inocultables y cuya legitimidad política se resquebrajaba; en México la tradición liberal, encabezada por Juárez y Melchor Ocampo, exhibió la decadencia del sistema novohispano y ridiculizaban a los conservadores quienes se vanagloriaban de sus formas de hacer las cosas, lo mismo ocurrió con el “Nacionalismo Revolucionario” que exhibía los excesos represivos porfiristas así como su política anti obrera y anti campesina. Sin embargo, tal como lo decían Marx y Engels en 1847, la burguesía ya no tiene nada nuevo que ofrecer a los pueblos del mundo, la ambición que los llevó a derrocar el fanatismo y el atraso feudal, ahora es la ambición que los ha llevado a superar a otras clases dominantes del pasado en su capacidad destructiva y degenerativa de la sociedad. La burocracia política mexicana, al servicio de la burguesía imperialista, tampoco tiene nada más que ofrecer, su tiempo histórico está agotado, son un grupo de arribistas y corsarios que carecen de congruencia política, ni de izquierda ni de derecha, todos están mimetizados en el color del dólar. Ser político en México significa una oportunidad para enriquecerse a través de manejos discrecionales de la información pública, por vender información a empresas imperialistas, por participar en negocios ilegales o simplemente por robar vulgarmente el dinero del erario público. La burguesía en México es profundamente reaccionaria, y ha creado a su lado, a una burocracia política también reaccionaria aderezada de corrupción. La burocracia política mexicana no tiene entre sus opciones a un grupo confiable, ni siquiera por la propia burguesía, el Estado mexicano gobierna con más complicidades que legitimidad, ha sido un Estado capaz de hacer de la corrupción una conducta generalizada que encuentra cómplices hasta en los estratos más pobres de la sociedad mexicana, cuenta con la complicidad de líderes sindicales, campesinos, indígenas y estudiantiles corruptos, quienes cobran una tajada minoritaria por los grandes robos, pero que al ser cómplices, transmiten en la conciencia de sus representados, la noción de normalidad en las formas de ajustar las cuentas entre delincuentes.

En México, decir que hubo un asesinato no es noticia, tampoco que se descubrió un escándalo de corrupción, no es noticia relevante que haya alguien injustamente preso, que exista una red de tráfico sexual en la oficina de un partido político o que un secretario de Estado haya desviado fondos de alguna obra pública; para que en México algo llegue a ser noticia, los muertos tienen que contarse por decenas, y además tuvieron que haber sido ejecutados de una forma trágicamente original. La sociedad mexicana ha sido acostumbrada, casi vacunada, ante los hechos de sangre y corrupción, ver pasar una caravana de vehículos militares con hombres encapuchados es normal, ver camionetas lujosas con hombres armados sin identificación, es normal, que se oigan disparos es normal, y nadie se altera más de la cuenta.

Del mismo modo, el Estado mexicano y la burocracia política están tan desgastados en su legitimidad, que la mayoría no duda que el presidente municipal de su localidad sea corrupto, todos están seguros de ello, nadie duda que las grandes mafias de contrabandistas influyan en las elecciones, es tan evidente que ni pruebas hacen falta, y cuando estas aparecen, más que generar indignación, generan motivos para la comedia.

Entonces, muchos se preguntarán ¿Por qué el pueblo mexicano no se rebela contra un Estado con tan poca legitimidad? Lenin, cuando explicaba que la aparición de una situación revolucionaria se presenta cuando los de oprimen no pueden hacerlo de la misma forma que hasta ahora, y los de abajo no están dispuestos a soportarlo (Lenin, 1915), advertía al mismo tiempo que no es esta conjunción de elementos suficiente para el estallamiento de una Revolución, pues:

La revolución no surge de toda situación revolucionaria, sino sólo de una situación en la que a los cambios objetivos antes enumerados viene a sumarse un cambio subjetivo, a saber; la capacidad de la clase revolucionaria para llevar a cabo acciones revolucionarias de masas lo bastante fuerte como para destruir o quebrantar al viejo gobierno, que jamás caerá, ni siquiera en las épocas de crisis, si no se le hace caer. [4]

Me parece que en este caso, la respuesta a la pregunta de por qué el pueblo mexicano no se rebela de forma contundente, es tan simple como profunda, porque no sabe cómo, porque no tiene algo con qué empezar, porque en ese mar de caos, saqueo, explotación y corrupción, reírnos de nuestra desgracia parece ser la única opción, a pesar de que cada día sea más difícil reír. Como decía anteriormente, el Estado mexicano ha sabido controlar los brotes de rebeldía combinando exitosamente la cooptación con la represión. Probablemente la Revolución está en la idea de muchos trabajadores y campesinos en México, pero no visualiza los medios inmediatos para comenzarla.

Por ejemplo, podríamos preguntarnos ¿Por qué han sido los normalistas rurales quienes se han destacado en los últimos años como el sector más combativo de los explotados en México? Ellos sólo hacen lo que pueden, con recursos muy limitados han enfrentado iniciativas de Estado a costo de exponer sus vidas para mantener sus escuelas en funcionamiento; el problema es que la capacidad de acción del movimiento obrero está por los suelos, el movimiento campesino no ha logrado superar el atraso propio de su aislamiento y desesperación, el movimiento estudiantil es oscilante y voluble. El pueblo de México está molesto y ansía transformaciones profundas, pero está mal organizado y sus organizaciones son fácilmente penetrables por el Estado, quien logra dividir los mejores esfuerzos y obtener información para corromper y reprimir dirigentes según sea el caso.

En esa conjunción, el proceso que llevó a la conformación y rápida degeneración del PRD, lejos de alentar al pueblo de México a atreverse a cambiar y a luchar, lo ha deprimido políticamente, ha sido vergonzosa la forma en cómo el movimiento que se convirtió en partido en medio de un clamor popular en 1988, renunció tan rápido a la intención de reformar al Estado mexicano y se aprestó tan rápido y tan descaradamente a formar parte de la podredumbre que lo caracteriza. El PRD impidió el avance de la organización popular en aquel año de su fundación, y después sólo se dedicó a reprimirla y desalentarla, por ello no es rara la forma en que Cuauhtémoc Cárdenas se despide de su carrera política, homenajeado por el gobierno y apedreado por el pueblo.

¿Qué puede decir el perredismo actual para disculparse por lo hecho por Aguirre y Abarca? Nada, no hay ni un pretexto, porque como Aguirre ha habido más gobernadores perredistas comprometidos con la represión y el contrabando, y como Abarca hay cientos de presidentes municipales apadrinados por el PRD a sabiendas de sus negocios ilegales. El hecho es que simplemente así deciden sus postulaciones y candidaturas, con dólares en la mesa, así permitieron que su emblema y su bandera hondeara siempre con sangre y lodo. Esto por supuesto no lo escribo a favor del PRI ni del PAN, quienes se encuentran en la misma situación, es sólo que la izquierda en México viene cargando desde hace 26 años con el chantaje de que denunciar las acciones represivas, corruptas o simplemente reaccionarias del PRD, nos convertiría en aliados fácticos de los otros partidos quienes “son peores”. Hoy seguir solapando con nuestra discreción o silencio a un partido que alberga narcotraficantes y asesinos, es inaceptable.

Por su parte dentro del movimiento popular, las organizaciones políticas con perfil revolucionario, quienes tienen cuadros con formación más completa, les falta dar un salto de madurez y consolidar ciertos procesos para estar en la posibilidad real de dirigir en la lucha a un pueblo de 112 millones de personas, donde la mayoría vive del trabajo asalariado con tasas de explotación cada vez más altas, y donde el campo está perdiendo cada día más su capacidad de mantener la vida campesina que en algún momento ocupaba a las mayorías nacionales, hoy una familia campesina se ve más atraída por la idea de huir del país que por la posibilidad de transformarlo.

La coyuntura para el gobierno mexicano

Hoy, el gobierno mexicano, quien sin duda sabe del paradero de los 43 normalistas desaparecidos, se debate entre revelar esta verdad o apostar a que la tempestad está por pasar, y que este asunto quedará archivado en la memoria colectiva como un pendiente misterioso más, una de esas cosas que todo mundo sabe que pasó pero nadie puede probarlo. [5]

Es evidente que cuando los operadores del aparato represivo de Estado decidieron usar un brazo paramilitar para reprimir de manera ejemplar a su dolor de cabeza más constante, y hacerlo de forma tan brutal, calcularon que la reacción popular sería débil y administrable, que seguramente se librarían de un problema mayor al que causarían con dicha acción.

En estos momentos, dichos operadores de Estado, deben estar debatiendo dicho saldo, tal vez algunos estén preocupados por la posibilidad de que la reacción popular se salga de control, mientras otros siguen confiados de que la tempestad está por pasar y pronto todo volverá a la normalidad. Algunos dirán “se nos pasó la mano, el pueblo está enojado” mientras otros dicen “No tanto, son volubles y el enojo se les pasará, y ahora tenemos a los normalistas tan asustados como queríamos”.

Por lo mismo que explicábamos en la parte anterior, por el cinismo de la burocracia política mexicana, sacrificar la honorabilidad de un presidente municipal y un gobernador, poco cambia la percepción general sobre el tipo de gobernantes que tenemos en México, es cierto que no son medidas que el Estado tome con alegría, pues sí los desgasta, pero a estas alturas es un costo pagable, de cualquier modo, la burguesía que realmente gobierna al país, siempre ha visto con desprecio y sin respeto a estos corsarios desechables a quienes les da la oportunidad de tener algunos años al frente de puestos gubernamentales.

Por ahora, el Estado mexicano contiene un momento la respiración, sabe que el golpe que ha dado es brutal, pero no quiere equivocarse, quiere seguir sosteniendo la teoría de que fue un error, algo ajeno al mismo y ha sido mesurado en su respuesta a las manifestaciones ¿Cuánto puede mantenerse en esa posición? Eso depende del movimiento popular.

El movimiento por la aparición de los normalistas desaparecidos

A diferencia de otras coyunturas recientes en México, en donde la respuesta inicial al acto represivo es grande y poco a poco se va reduciendo, [6] en este caso ha sido al revés, al principio la respuesta del movimiento popular fue escasa y algo tímida, sólo las organizaciones con una definición política más acabada respondieron, pero el trabajo ha rendido frutos y se ha logrado sensibilizar a una buena parte del pueblo mexicano al respecto de la importancia de reprobar la desaparición forzada y el homicidio político. En medio de tanto corporativismo, sólo los estudiantes han podido ofrecer una respuesta masiva, esta vez liderados por su ala más combativa, los estudiantes campesinos socialistas de las Normales Rurales, el pasado 22 y 23 de Octubre se realizó el paro estudiantil más grande en la Historia de México, nunca antes, ni siquiera en 1968 o en 1999, tantos estudiantes de tantas escuelas, en tantas partes del país, confluyeron en una jornada de lucha que contempló tanto paros como movilizaciones y diversas formas de manifestación. Las movilizaciones han contado con el respaldo y simpatía de gran parte del pueblo, pero aún es incierto el rumbo y las condiciones que pudieran propiciar que este movimiento crezca y consiga el objetivo principal, la presentación de los desaparecidos y el castigo a los culpables, o bien, convencer al Estado mexicano que obtendrá más pérdidas que beneficios si vuelve a recurrir a este tipo de tácticas represivas.

En dicho movimiento, se ha destacado también la participación de sectores afines al perfil socio-clasista de los jóvenes de Ayotzinapa, sobre todo en el Estado de Guerrero, donde la participación de campesinos, policías comunitarios y maestros democráticos ha sido más notoria. En este caso, sobre todo por parte de los padres de familia de los jóvenes desaparecidos, es clara y evidente la desesperación, la paciencia no resulta muy compatible con la urgencia de conocer el paradero de sus hijos. Aquí es donde el Estado mexicano se está arriesgando más a provocar una ruptura significativa de la paciencia popular, que en Guerrero particularmente puede encontrar eco en un sinnúmero de frentes y organizaciones que tienen larga trayectoria de lucha. Así pues, el problema para el movimiento popular es en estos momentos el hecho de que ha alcanzado niveles insospechados hace algunos meses, pero que sin embargo ha sido insuficiente y no es tan sencillo superar lo hecho hasta ahora.

En este encuentro de fuerzas entre el Estado mexicano y el movimiento que exige la presentación con vida de los 43 desaparecidos, está la moneda en el aire de la iniciativa, tomarla puede parecer arriesgado para cada una de las partes, pero en estos momentos, la lucha es irrenunciable, hemos llegado a un punto en el cual la inmovilidad también nos está matando, aún en el supuesto de que no queremos que se derrame más sangre ni que escale la represión, lo que tenemos que preguntarnos es ¿Qué más podemos hacer? ¿Qué sigue entonces? ¿En qué momento la paciencia se convierte en cobardía? Y por tanto ¿En qué momento es pertinente tomar más riesgos para no morir por no tomarlos? Esta lucha no puede parar ahora.


Notas:

[1] Según fuentes periodísticas, en México se realizaron por lo menos 18 manifestaciones en distintas ciudades http://www.jornada.unam.mx/2014/10/23/politica/008n2pol

[2] Aún cuando los movimientos estudiantiles de 1968 y 1999 han durado más que el presente, no se logró parar en ninguno de los dos casos, tantas escuelas universitarias en tantos lugares distintos del país.

[3] También están incluídos en esta caracterización partidos como Morena, PT, PANAL y Movimiento Ciudadano, es sólo porque su relevancia es menor en la vida burocrática nacional que no los incluyo en el texto.

[4] Lenin V.I. 1915. La Bancarrota de la II Internacional.

[5] En México sobran ejemplos de esto: La masacre del 68, la del 71, la guerra sucia, la masacre de Acteal, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, la represión del 3 y 4 de mayo del 2006 en San Salvador Atenco, entre otros sucesos.

[6] Así ocurrió en el fraude electoral de 2006, también con la represión en Atenco ese mismo año, y cuando se despidió masivamente a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas.

Andrés Avila Armella. Miembro del Buró Político del Partido Comunista de México (PCdeM), www.partidocomunistademexico.org. También es Dr. En Estudios Latinoamericanos y Sociólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde labora como docente.


"GRUPO HÉRCULES", UNA BANDA DE ASESINOS MEXICANOS AL SERVICIO DEL ESTADO


CONATOS INSURRECCIONALES EN MÉXICO (VÍDEO)

Una auténtica insurrección popular se produjo este lunes en Acapulco, una importante ciudad turística de México. Después de que concluyera una multitudinaria marcha estudiantes de magisterio y padres de familia,tomaron el aeropuerto el aeropuerto, después de castigar duramente a los policías antimotines 


         Una auténtica insurrección popular se produjo este lunes en Acapulco, una importante ciudad turística de México. Después de que concluyera una multitudinaria marcha   en la que se produjeron duros enfrentamientos  entre policías antimotines,  estudiantes de magisterio y padres de familia, una buena parte de los que protestaban alcanzaron llegar hasta el aeropuerto, procediendo a su ocupación. La indignación popular ha alcanzado tales niveles en México como  consecuencia  de  la masacre de los estudiantes normalistas, que provocó que varios policías atrapados por los manifestantes fueran duramente castigados.


      En el aeropuerto, el padre de familia Felipe de la Cruz , padre de uno los estudiantes desaparecidos, habló con el administrador de la terminal aérea para avisarle que durante tres horas tendrían cerrado el edificio, sin permitir la entrada o salida de nadie. Según cuenta la prensa de derechas mexicana, los estudiantesll evaban el rostro cubierto, y algunos portaban resorteras y piedras; otros más iban con bombas molotov, cohetones o palos 
 
       Al ser preguntado Felipe de la Cruz de si no le importaba afectar los vuelos, contestó que murieron tres normalistas y hay 43 desaparecidos, así que no importa que la gente llegue una hora tarde. .Los turistas que ya tenían salida debieron caminar unos dos kilómetros para poder llegar al aeropuerto, y los que llegaban no podían salir, pues no había transportación. En el interior del edificio, algunos normalistas realizaban pintadas en las paredes, pidiendo la devolución de los 43 jóvenes desaparecidos. Acciones insurreccionales de este tipo han sido frecuentes en el curso de los últimos días. La crudeza de los enfrentamientos entre policías y estudiantes es bien visible en los videos que ofrecemos.

 

http://canarias-semanal.org/not/14674/conatos-insurreccionales-en-mexico-video-/

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